Eso es lo que es, un libro. Una sucesión de letras, algo desordenadas y con unas definiciones no siempre acertadas. Con un propósito claro: obligar a la gente a que sonría. Como mínimo. Algunos, incluso van más allá y reflexionan. Pero eso no es obligatorio, es opcional.
Letras Desordenadas
17 de octubre de 2008
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